En nombre de nuestra familia quiero expresaros de corazón que nos acompañéis y que compartáis con nosotros estos momentos de recuerdo y de cariño a Juan Antonio. Juan Antonio Chacón Cruz, el cuarto de ocho hijos de Josefa y de Chacón, nacio hace 65 años en un Barrio de los Carteros muy distinto al Barrio de hoy, Juan Antonio desde los años ochenta ha puesto el nombre del Barrio, en la historia del flamenco. El barrio reconoce con orgullo a un cantaor genuino y autentico que recibió los más altos reconocimientos que el cante jondo puede otorgar. Pero hoy la trizteza de su ausencia no es la trizteza por la pérdida de un cantaor flamenco, sino por la pérdida de un padre, de un hermano, de un amigo. La pérdida de un buen padre, de un buen hermano y de un hombre bueno, en el buen sentido de la palabra bueno. Juan Antonio supo ganarse el aprecio y el cariño de los que siempre le han rodeado y se ha ido de este mundo acompañado, querido y cuidado por su hijo y por sus hermanas que le acompañaron en los momentos más difíciles y hasta el último momento. Juan Antonio no solo fue un cantaor, también fue un escritor y un poeta. En estos momentos, nuestro deseo es que se cumpla lo que lucidamente y con arte, Juan Antonio dejo escrito en unas de sus últimas letras: De pluma de cisnes blancos, yo tengo una cama en el cielo. Allí me está esperando mis padres, mis hermanos y mis abuelos. Yo estaré con los míos, y me harán una candela pa que yo no pase frio. No le tengo miedo a la muerte, que venga tarde o temprano. Yo tengo una cama en el cielo de plumitas de cisnes blancos. DESCANSE EN PAZ
En nombre de nuestra familia quiero expresaros de corazón que nos acompañéis y que compartáis con nosotros estos momentos de recuerdo y de cariño a Juan Antonio.
ResponderEliminarJuan Antonio Chacón Cruz, el cuarto de ocho hijos de Josefa y de Chacón, nacio hace 65 años en un Barrio de los Carteros muy distinto al Barrio de hoy, Juan Antonio desde los años ochenta ha puesto el nombre del Barrio, en la historia del flamenco. El barrio reconoce con orgullo a un cantaor genuino y autentico que recibió los más altos reconocimientos que el cante jondo puede otorgar.
Pero hoy la trizteza de su ausencia no es la trizteza por la pérdida de un cantaor flamenco, sino por la pérdida de un padre, de un hermano, de un amigo. La pérdida de un buen padre, de un buen hermano y de un hombre bueno, en el buen sentido de la palabra bueno. Juan Antonio supo ganarse el aprecio y el cariño de los que siempre le han rodeado y se ha ido de este mundo acompañado, querido y cuidado por su hijo y por sus hermanas que le acompañaron en los momentos más difíciles y hasta el último momento.
Juan Antonio no solo fue un cantaor, también fue un escritor y un poeta. En estos momentos, nuestro deseo es que se cumpla lo que lucidamente y con arte, Juan Antonio dejo escrito en unas de sus últimas letras:
De pluma de cisnes blancos,
yo tengo una cama en el cielo.
Allí me está esperando mis padres, mis hermanos y mis abuelos.
Yo estaré con los míos,
y me harán una candela
pa que yo no pase frio.
No le tengo miedo a la muerte,
que venga tarde o temprano.
Yo tengo una cama en el cielo
de plumitas de cisnes blancos.
DESCANSE EN PAZ